miércoles, febrero 28, 2007
sábado, febrero 24, 2007
Carta para un amor
Nunca ha sabido que era lo que había que escribir en una carta, ni cual era la mejor forma de expresar los sentimientos. Nunca he sabido que era estar enamorada, ¿que se siente?, ¿cuando se sabe?. Ni siquiera le daba importancia. El amor me ha parecido siempre un sufrimiento, una mentira. Veía a tanta gente sufrir por amor, que deseé no enamorarme nunca.
Pero me resulta inevitable reconocer que el día que te conocí, empezó mi historia de amor. El día en que vi tus ojos, sentí tus manos, leí tus labios, probé tu mirada, saboreé tus palabras, escuché tus caricias…
Sabía que había encontrado un motivo por el que luchar. Un motivo por el que seria capaz de enfrentarme al mundo solo por demostrar que te quería.
Durante mucho tiempo creí que tú no me correspondías. Pero pronto me di cuenta de que nuestras miradas no se cruzaban por casualidad. Tú buscabas mis ojos y los tuyos me susurraban que me amabas y que lo harías siempre. No escuchar tu dulce voz merecía la pena si me encontraba con tus ojos, aunque fuera por un efímero instante. A veces las palabras estorban.
Mi corazón fue tuyo desde el primer momento. Tú lo llenas de pasión y dulzura, y él te sigue a donde vayas, con tal de tenerte cerca, dando esperanzas a nuestro amor. Esperanzas que cada día que pasa son más fuertes.
Muchas veces he querido rendirme, ya que creía que esta relación no tenia sentido. La gente nos veía diferentes y muchos me decían que te olvidara, que tú no me querías…pero yo sabia que tenía que seguir adelante, luchar por lo que sentía. Ahora estoy más segura que nunca.
Te quise desde el primer momento y desde el primer momento supe que no podría vivir si tú no me correspondías. Gracias por hacerme vivir esta historia cada día; por estar en cada uno de mis sueños dándome fuerzas para despertar; por iluminar mis noches con tu presencia; por cogerme la mano cuando tengo miedo; por aguardar al momento preciso para besarme; por demostrarme cada día que me quieres…
Si alguna vez te hice pensar que lo que sentía no era cierto, perdóname, pues tú eres lo único que he querido y deseado hasta tal punto que solo importábamos tú y yo.
Julia
Pero me resulta inevitable reconocer que el día que te conocí, empezó mi historia de amor. El día en que vi tus ojos, sentí tus manos, leí tus labios, probé tu mirada, saboreé tus palabras, escuché tus caricias…
Sabía que había encontrado un motivo por el que luchar. Un motivo por el que seria capaz de enfrentarme al mundo solo por demostrar que te quería.
Durante mucho tiempo creí que tú no me correspondías. Pero pronto me di cuenta de que nuestras miradas no se cruzaban por casualidad. Tú buscabas mis ojos y los tuyos me susurraban que me amabas y que lo harías siempre. No escuchar tu dulce voz merecía la pena si me encontraba con tus ojos, aunque fuera por un efímero instante. A veces las palabras estorban.
Mi corazón fue tuyo desde el primer momento. Tú lo llenas de pasión y dulzura, y él te sigue a donde vayas, con tal de tenerte cerca, dando esperanzas a nuestro amor. Esperanzas que cada día que pasa son más fuertes.
Muchas veces he querido rendirme, ya que creía que esta relación no tenia sentido. La gente nos veía diferentes y muchos me decían que te olvidara, que tú no me querías…pero yo sabia que tenía que seguir adelante, luchar por lo que sentía. Ahora estoy más segura que nunca.
Te quise desde el primer momento y desde el primer momento supe que no podría vivir si tú no me correspondías. Gracias por hacerme vivir esta historia cada día; por estar en cada uno de mis sueños dándome fuerzas para despertar; por iluminar mis noches con tu presencia; por cogerme la mano cuando tengo miedo; por aguardar al momento preciso para besarme; por demostrarme cada día que me quieres…
Si alguna vez te hice pensar que lo que sentía no era cierto, perdóname, pues tú eres lo único que he querido y deseado hasta tal punto que solo importábamos tú y yo.
Julia
sábado, febrero 17, 2007
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